Friday, 1 February 2013

...mis cuatro paredes.

Es feliz entre sus cuatro paredes. Se forjó esa fortaleza con emociones que apenas entendía, reforzándola ahora con aquellas que sí. Su cruz fue siempre no comprender cómo se hace el amor, pero conocer a la perfección el odio y sus derivados.

Se alimentó de felicidad sin miedo a agotarla, sintiéndose cómoda anclada entre sus pensamientos, confiando en su paraíso irreal, y construyendo poco a poco y casi sin darse cuenta una cárcel con sus cuatro paredes. No supo cómo mantener a raya sus sensaciones ni sus recuerdos, y se perdió en su propio sueño. Ahora la he encontrado. La he encontrado sola, triste, aferrándose a sus cuatro paredes y a esas nuevas sensaciones que la rondan.

Paso por sus cuatro paredes y le grito. Sólo ella tiene la llave. Y sólo ella, cara al suelo, decide ignorarla, enterrándola en cenizas de fuegos en blanco y negro. Sólo ella se pone a bailar mirando a otra parte mientras la miro y comprendo que jamás abrirá la puerta, y comienzo a olvidar poco a poco todas las cosas que podría haber sido. Pero me niego a resignarme. No acepto que se quede esperando paciéntemente a que el mundo deje de girar, y a poder volver a dar la bienvenida a los colores.

Paso por sus cuatro paredes y le insisto: la vida ocurre en otra parte, la vida no tiene por qué discurrir a la penumbra de estas cuatro paredes. Y entonces entiendo que esas cuatro sombras jaás me dejarán entrar, que yo no las puedo cambiar, pero que ellas a mí sí. Le digo que no me asustan. Le recuerdo sus metas en vez de sus sueños, y le ruego que abandone sus cuatro paredes.Que las deje atrás y vuelva al mundo.

Su único amor fue el mundo, y con las cortinas rotas de su habitación le hago velas raídas para que lo recorra... pero pronto entiendo que su mente ya ha navegado los siete mares y ha asesinado al mismo Tritón. Pronto entiendo que sus cuatro paredes la han sumergido a profundidades que yo ni siquiera logro entender.

Su mente corre en círculos entre esas cuatro paredes. Me dice que ya ha dejado de buscar escusas que lanzarme, y que simplemente se queda. Que se queda porque sabe que si sale no podrá volver. Que se queda y que baila. Que se vuelve a perder en su sueño y qu yo también debería ignorar la barrera entre ilusión y realidad. Que me mantenga a salvo y que baile. Que baile con ella, iluso y feliz, hasta olvidar el peso de mis propias cuatro paredes.


2 comments:

  1. No sé muy bien si las historias que cuentas por aquí son en parte lo que sientes o no, pero me han gustado leerlas. Espero que sigas escribiendo. Esta última especialmente es demasiado triste...

    Un beso, amor.

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    1. Muchas gracias!
      En parte son lo que siento, en parte cosas que he sentido, y a menudo cosas que vienen de mi imaginación :)
      Pero me alegro mucho de que hayas disfrutado leyéndolas, y espero que te vuelvas a pasar ;)

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